Un uñero suele estar ocasionado por un mal o, en ocasiones, excesivo cortado de las uñas de los pies. Esto produce que al caminar los cantos produzcan una erosión bajo la piel desencadenando una inflamación y posteriormente heridas y supuración que en ocasiones resulta muy doloroso.
Para conseguir la curación se debe conseguir que la uña crezca y el canto salga fuera de la piel que rodea la uña. Por ello durante el tiempo que ésta crezca (proceso que puede tardar semanas) se deben evitar ejercicios como carreras, fútbol… y prevenir la reaparición de la lesión cortando las uñas “en recto”, dejando así las esquinas fuera de la piel.