La Hidrosadenitis Supurativa (HS), conocida también como acné inversa o hidradenitis, es una enfermedad inflamatoria y crónica que afecta a la piel, producida por la obstrucción del folículo pilosebáceo (cavidad donde nace el pelo y se forma el sebo) al no poder salir el contenido de las glándulas localizadas en los folículos pilosos, lo que produce la formación de quistes que suelen infectarse por las propias bacterias presentes en la piel.
Paralelamente, la respuesta inmunitaria que se produce como consecuencia de esta obstrucción y ruptura folicular está alterada, produciéndose una reacción inflamatoria exagerada que se manifiesta con la formación de nódulos inflamados, llagas o forúnculos que pueden progresar hasta formar abscesos, fístulas y cicatrices.
Se trata de una enfermedad crónica y recurrente, no contagiosa ni de transmisión sexual, no debida a los hábitos de higiene y en la que actualmente no se conoce la causa, aunque se piensa que la genética y el factor hormonal pueden influir.
Se estima que del 1 al 4% de la población la padece, afectando más a mujeres aunque siendo más severa en hombres. Generalmente aparece después de la pubertad aunque puede debutar en edades menores, disminuyendo su severidad con el paso de los años.
La hidrosadenitis supurativa se caracteriza por la presencia de lesiones inflamatorias dolorosas, ocasionalmente supurativas (secretan pus) y malolientes en los pliegues cutáneos donde abundan las glándulas sudoríparas apocrinas; las zonas más frecuentes son axilas, mamas, ingles, ano, nalgas y genitales.
No existe ninguna prueba específica de diagnóstico sino que éste se realiza en base a la presencia de lesiones típicas de la enfermedad, a su localización específica y olor, cronicidad, recurrencia y a la falta de curación total con antibióticos.
Aunque el diagnóstico se basa en la clínica, en ocasiones el médico puede solicitar pruebas complementarias (biopsias cutáneas, cultivos de exudado, pruebas de imagen), que variarán en función de los síntomas del paciente y de si presenta otras enfermedades asociadas.
Actualmente, otra herramienta para el diagnóstico de la enfermedad es la ecografía.
El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y de su impacto sobre el paciente y está principalmente enfocado a controlar la inflamación y reducir o aliviar el dolor.
Los tratamientos, que siempre deben ser prescritos por el médico y que serán personalizados según sus características personales y su tipo y severidad de Hidrosadenitis incluyen:
o Exfoliantes
o Antibióticos tópicos
o Antibióticos, como tetraciclinas, asociaciones de rifampicina y clindamicina, dapsona o colchicina o corticoides. Controlan la inflamación y la sobreinfección bacteriana.
o Acitretina oral, destinada a tratar la obstrucción del folículo piloso.
Estos fármacos actúan al bloquear una sustancia que produce el sistema inmunitario llamada TNF, que está claramente aumentada en la respuesta inflamatoria de los pacientes con hidrosadenitis supurativa.
Ocasionalmente puede ser necesaria la intervención quirúrgica para escindir las fístulas y abscesos subcutáneos.
Revisado por equipo médico de pacientessemergen.es
Dr. Javier Precioso Costa NC:4622492
Dr. Fernando Mª Navarro i Ros NC: 4622291
Cortesía de Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis (ASENDHI)