El implante coclear (IC) es una tecnología que ha revolucionado el mundo de la deficiencia auditiva neurosensorial profunda, es decir, la que es dependiente del oído interno y/o del nervio auditivo, y que no oye sonidos por debajo de 90 decibelios, lo que se asocia a determinadas características como son que no hay conciencia sonora, que no hay habla espontánea y que no se tiene control de la voz.
Se celebra el Día del Implante Coclear el 25 de febrero, por ser la fecha en la que se colocó el primer implante coclear europeo y mundial por los doctores franceses Djourno y Eyres en el año 1957. En España el primero se colocó en 1985. Este año, por tanto se celebra el 60ª aniversario.
Aproximadamente 60.000 adultos y niños en todo el mundo han recibido implantes cocleares. Las personas que son candidatos a un implante coclear tienen una sordera con pérdida severa o profunda neurosensorial y bilateral, a las que no les sirven los audifónos tradicionales.
El implante coclear es un aparato, un transductor, que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Estas señales eléctricas son procesadas a través de los diferentes componentes de que consta el IC. Un cirujano coloca una pieza del aparato dentro de la cóclea (interior del oído) mediante una delicada cirugía. Otro componente del aparato es una pieza con un micrófono pequeño y plano que es colocado detrás de la oreja. Este micrófono recibe el sonido. El sonido es enviado a un pequeño procesador. El procesador transforma el sonido en señales eléctricas. Estas señales viajan de regreso al componente interior y a través de él, al nervio que controla el oído. De esta forma, las personas con sordera pueden escuchar los sonidos.
La edad habitualmente elegida para la colocación de un implante coclear está entre los 18 meses y los 3 años. Es la edad previa a la adquisición del lenguaje, por lo que se consigue que el paciente no sea sordomudo, sino que al oír normalmente aprenderá a hablar. En niños mayores de esa edad y en adultos se puede también colocar un implante coclear, pero no todas las personas sordas son candidatos para recibir un implante coclear. Estos serán decididos por el equipo implantador en función del tipo y profundidad de su sordera, además de otros aspectos. Tras la implantación el paciente debe someterse a una rehabilitación auditiva por parte de profesionales para que el paciente “aprenda” a oír.
Niceto Gomez Gabaldon
nº colegiado: 02/02264-7
Coordinador GdT ORL
Revisado por equipo médico de pacientessemergen.es
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