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Artículo subido el 03/09/2018
Qué ejercicio le conviene más según la edad

Hacer ejercicios es una actividad necesaria para todos para prevenir enfermedades. Revelamos qué ejercicio nos conviene más según la edad que tenemos.

El doctor Manuel Linares, coordinador del grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas, Medicina Tropical y del viajero de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), destaca que la práctica habitual de un ejercicio físico “correctamente adaptado” baneficia tanto al cuerpo y al sistema respiratorio como a la mente.

 

“Es una actividad recomendada para todas las personas de todas las edades, tanto sanas como enfermas (…) El ejercicio físico actúa como factor protector o como tratamiento que puede ayudar a disminuir la sintomatología (…) Nos ayuda a estar más sanos y a prevenir enfermedades”, 

Linares establece una serie de recomendaciones de ejercicio físico, en función de la edad, que aquí abajo plasmamos:

A)   Jóvenes de 5 a 17 años:

La actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias.

Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, y la salud ósea aconseja: Como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa. La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud. En su mayor parte debería ser aeróbica.

Convendría incorporar, como mínimo 3 veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

B) Adultos de 18 a 64 años:

Actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de depresión, se recomienda que:

Como mínimo, 150 minutos semanales, la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana; o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.

A fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.

Dos veces o más por semana realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.

C)   Adultos mayores (de 65 años en adelante):

Actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Se recomienda:

Dedicar 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.

A fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.

Aquellos con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, 3 días o más a la semana. Convendría realizar actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.

Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.