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Artículo subido el 21/01/2020
10 consejos para prevenir el agotamiento o burnout del cuidador

De la mano del Grupo de Trabajo de Cuidados Paliativos de SEMERGEN

Prestar cuidados de forma prolongada a personas dependientes puede ser profundamente reconfortante, pero también puede conducir a una situación de sobrecarga emocional y física crónica, a un aislamiento social e incluso a problemas de índole económica, con serias repercusiones sobre diversas áreas vitales y consecuencias indeseables sobre la calidad de vida y la salud de la persona cuidadora.

Estos 10 consejos pueden servir de ayuda para prevenir el agotamiento o burnout del cuidador.

  1. Aprenda todo lo posible sobre la enfermedad de la persona a su cuidado. Cuanto más sepa sobre ella, más fácil le será poder adaptarse a la situación cambiante de cuidados. No tenga reparos en preguntar cuanto necesite al personal sanitario en sus citas en consulta o en las visitas al domicilio. No hay preguntas estúpidas, todas son importantes.
  2. No descuide su autocuidado. Para poder estar en condiciones de proporcionar los mejores cuidados, la persona cuidadora debe estar en buenas condiciones emocionales, físicas y espirituales.
  3. Procure llevar hábitos saludables de vida. Mantener una dieta adecuada, evitar el sedentarismo, no descuidar las propias aficiones y dormir de manera suficiente, harán posible que esté en condiciones de proporcionar mejores cuidados.
  4. Mantenga en lo posible su vida social. Contactar con otras personas en su misma situación puede ser de gran ayuda, ya que le evitará el sentimiento de aislamiento y le permitirá poder aprender de ellas. Del mismo modo, es esencial mantener otras relaciones importantes para usted (familiares, amigos, etc.)
  5. No rechace las ayudas que le ofrezcan. Es la mejor forma de evitar el agotamiento. Tan difícil o más como puede parecer pedir ayuda es darse cuenta de la necesidad de un descanso y de que otras personas pueden estar deseosas de ayudar. Convénzase de que una persona sola no tiene por qué hacer todo el trabajo ni es saludable intentarlo. Pida ayuda y déjese ayudar.
  6. Dese permiso para sentir lo que sienta. Es normal tener sentimientos de desesperanza, tristeza, ansiedad, temor, etc. Son reacciones normales a una situación complicada y exigente. No trate de evitarlos. Tómelos como algo lógico y natural.
  7. No evite compartir sus sentimientos de forma saludable con su ser querido. Su actual papel de cuidados no supone tener que renunciar a la relación que mantuvieron anteriormente. Vd. aún sigue siendo cónyuge, pareja, hijo o hija, etc. y eso conlleva la responsabilidad de mantener una comunicación respetuosa y abierta. Si la situación se complica y tiene dudas sobre qué decir o qué no, solicite consejo a su entorno cercano y, muy especialmente, confíe en los sanitarios que les atienden.
  8. Permítase unos días de descanso. Concédase algún tiempo para desconectar y descansar. Podrá cuidar mejor si lo hace.
  9. Ayude a su ser querido a mantener en lo posible una independencia saludable. Haga uso de cuantas ayudas técnicas pueda tener a su alcance, siempre atendiendo a los consejos de su equipo médico responsable.
  10. Solicite ayuda a través de sus organizaciones locales. Ya sea a través de Servicios Sociales como de Organizaciones de Pacientes, etc.

Dra. María Ajenjo González, Médico de Familia y secretaria del Grupo de Trabajo de Cuidados Paliativos de SEMERGEN